jueves, 29 de octubre de 2020

"Paranoid": Tomate una pastilla

 


Los cuentos de hadas sucedían en pueblos de la Europa del norte y central, incluso de Inglaterra. Pero hoy en esos pueblos no hay hadas, sino una paz tediosa en la que a veces mete un tentáculo la gran era del control de los cuerpos y los llamados negocios globales. No hay ya ningún "allá lejos y hace tiempo". Todo es contemporáneo y cercano. Vamos al caso: en la serie inglesa "Paranoid" (2016), que nos remite al aislamiento y al pulpo descrito ut supra, un bucólico y aburrido aire de provincia es interrumpido por un ser humano que lleva la capucha levantada y la cabeza inclinada hacia abajo, cabecea como si estuviera desconcertado o mareado o refunfuñando en un pequeño parque de juegos infantiles, camina quince pasos-los habrá contado una testigo- y acuchilla a una madre que empujaba la hamaca de su hijo. Antes de que nadie pueda reaccionar, se va. Más rápido aun, una mujer con pinta de hippie retirada atrapa al hijo de la víctima y lo abraza, tanto para protegerlo cuanto para que no mire el cadáver ensangrentado de su madre.

   En la oficina de policía de este pueblo imaginario del condado de Chesire -de donde provenía la sonrisa fantasmal del gato de "Alicia en el País de las Maravillas"- la detective Nina Suresh abruma a sus compañeros con su incesante parla, que hace de ella el centro de toda escena, como segura e inconscientemente quiere. Sus compañeros son un puñado de policías de provincia, entre ellos el veterano Bobby Day, capaz -como cualquier inglés de provincia e incluso suburbano- de usar campera con corbata, y el correctísimo Alec Wayfield, un muchachón de cara franca y despejada que puede citar a Shakespeare a propósito de cualquier cosa y que irá adelante gracias a su inocencia intuitiva.

   Bien, ¿pero quién querría matar a una madre en el parque de juegos infantiles de un pueblo del condado de Chesire donde ya  no hay gatos que desparecen antes que su sonrisa? El pequeño destacamento enseguida tiene un sospechoso, un muchacho esquizofrénico, que usa capucha y cuya desaparición acaba de reportar su hermano. Pronto aparecerá el Ghost, un Detective Fantasma que se empeñará en orientar a la policía desde las sombras. El muchacho sospechoso se atendía con el psiquiatra del pueblo, que recibe a la policía en estado de ebriedad. En la casa de la víctima, el veterano detective Bobby Day sufre un ataque de pánico. La enfermedad, de origen contemporáneo y síntoma de la ansiedad global, como se sabe, lo lleva al psiquiatra, el cual le da fármacos... Y el fármaco será desde ese momento coprotagonista de la historia. La cual lleva a Bobby y su trastorno de ansiedad a la ciudad de Dusseldorf, en la cuenca del Ruhr, madre y cuna de la industria alemana. Allí confrontará su estilo de inglés rústico con el modo cordial y cool de los alemanes urbanos, a años luz del conservadurismo de mal gusto de la campiña inglesa... Pero también confrontará con un fantasma poderoso, mal disfrazado de caritativo, que a esta altura el espectador ya imagina cuál es.

   Que la historia deje entrever rápido la solución del enigma detrás de una muerte inexplicable en un ambiente campesino no es un gran defecto. Como hemos dicho, las historias de detectives interesan más por los personajes y los ambientes que por la forma en que el misterio aparece y es resuelto. Como siempre el ser humano ha podido, querido y hasta deseado matar a sus semejantes sin que sepamos bien por qué, desentrañar un crimen no tiene mucho interés: al final hay un muro infranqueable, ya que no sabemos ni quizá podamos saber de dónde nos viene la pulsión que desde el primer día descubrió Caín. Así que las historias de crímenes interesan mayormente por lo que iluminan a los costados. En este caso, que el corazón del capitalismo quizá está unido por vasos capilares a las plazas de juegos infantiles más lejanas. Y quien dice capitalismo, dice crimen. "Paranoid" interesa por esos también extraños caracteres humanos que se cruzan, entreveran y aman de manera indoblegable, por los siglos de los siglos, tanto o más que por su revelación de las atrocidades del sistema.  

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Creada por Bill Gallagher. Producida por Red Production Company. Interpretada por Indira Varma, Robert Glenister, Dino Fetscher, Neil Stuke, Christiane Paul, Dominik Tiefenthaler, Lesley Sharp y más.


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