lunes, 18 de julio de 2022

"Sin límites": Otra oscura épica naval, la más grande

 

Distinta, casi opuesta, a los propósitos de The Terror, la serie española "Sin límites", producida para Amazon y dirigida por el inglés Simon West, sigue un guión histórico. Es una recreación del viaje Magallanes-Elcano, la primera travesía naval que completó en tres años la vuelta al mundo y demostró, si quedaban dudas, que Colón tenía razón: se podía llegar a la India navegando hacia el Oeste. "The Terror", que comentamos ayer en este blog, es una recreación imaginativa de la búsqueda de otro paso hacia el Pacífico, por el norte, más conveniente para los ingleses, 326 años más tarde. Los dos viajes tuvieron en común esa búsqueda, aunque en los extremos opuestos del planeta. Y las series, una histórica, la otra "conjetural" diría Borges, comparten el clima y la idea de fondo: el mar ha sido el escenario de una desastrosa, oscura realidad, y tiene poco que ver con las pinturas de marinas y las fotos paisajísticas. Siguió, a lo largo de los siglos, produciendo monstruos y monstruosidades.

  Los piratas han sido indiferentes a las bellezas al parecer inmarcesibles del Caribe, del Mediterráneo o del Indico. Las batallas de todas las guerras tiñeron de sangre el agua del mar, aunque, hay que decirlo, solo momentáneamente: los mares disolvieron la sangre y se tragaron los muertos y los miembros desgarrados, los barcos, cañones y submarinos; las bombas y las esquirlas. Pero las sombras del mar poblaron la imaginación de la raza humana, y por consiguiente la literatura.

  El dramatismo, la violencia, la tragedia y aun la pesadilla y la irrealidad del viaje Magallanes-Elcano están encerradas en un escueto acápite y la lista que le sigue, grabados sobre azulejos en Cádiz, España: "De los 265 tripulantes que al mando de Fernando Magallanes salieron de este puerto de Sanlúcar de Barrameda el día 20 de septiembre de 1.519 para dar, por primera vez, la vuelta al mundo, solamente volvieron a este mismo lugar de partida, en 6 de septiembre de 1.522, los 18 navegantes que se citan a continuación". Uno de los sobrevivientes, Antonio Pigafetta, escritor y diplomático italiano, viajó como cronista y de su relato provienen los principales datos históricos del viaje.

  Quinientos años más tarde, alguna crítica lamentó la escolaridad del guión de "Sin límites", aunque debió reconocer el gran manejo de la acción por parte del director West y la calidad -extraordinaria, diría yo- de la fotografía, en el marco de las locaciones en el País Vasco, Canarias y Santo Domingo. En cuanto a los caracteres, creo que están perfectamente definidos en la acción y, sobre todo, en los gestos de dos muy buenos actores: Rodrigo Santoro (como el portugués Magallanes) y Álvaro Monte (como el vasco Elcano). Hay una elección de fondo, sea consciente o no: en la aventura no caben los retratos psicológicos ni la "indagación profunda" del espíritu humano. Es la acción lo que define, según lo ya planteado en el siglo XIX por Robert L. Stevenson. No son aquí explícitas las motivaciones de Magallanes y de Elcano: ¿económicas? ¿heroicas? ¿existenciales?. Los gestos, los actos, las dibujan. Para los guionistas, dirigidos por Miguel Menéndez de Zubillaga, Magallanes ha sido un líder de acero, un Robespierre de su revolución geográfica; Elcano es el Dantón, la mitad humana, gozante, de un solo personaje hecho de dos hombres. Serían, mirados muy de lejos, Quijote y Sancho, si no fuera que Magallanes -hablamos siempre de esta ficción- es, en la comparación, mucho menos loco que decidido y tenaz, y Elcano mucho más inteligente que Sancho. 

  Elcano es un hombre de mar pero también de tabernas. Es el mejor piloto de España y un bebedor revoltoso. Magallanes es quien ordena sin vacilar disparar los cañones contra los barcos de su propio país, Portugal, y quien ejecuta sin que le tiemble la mano a los capitanes de las naves españolas que integraban la dotación de cinco con que partió de Sanlúcar de Barrameda, por cuenta de Carlos I de España. Es un visionario, pero también un soldado y un juez.

  La cuestión de fondo: el hambre, las enfermedades, las tormentas y la calma chicha reducen al mínimo aquellas tripulaciones que sumaron 265 marinos. Las sombras del mar se apoderaron de la mayor parte.

  En cuanto al límite entre aventura e historia en que se movió la ficción, ha sido explícita Rosa María Mateo, administradora de la radio-televisión española, cuando anticipó en medio de la producción de la serie: "Queríamos seguir la estela de grandes películas de aventuras como 'El motín de Caine', 'Moby Dick' y sobre todo, quería que este proyecto se pareciera a 'Máster and Commander' porque me parecía apasionante. El guion es fantástico y ameno. Va a ser bastante fiel a la historia, aunque alguna desviación tendrá para ser más entretenido."

 Insisto en un punto: el principal "desvío" de la historia es el de mostrar la oscuridad de aquella épica. Sombras hechas de la lobreguez de las sentinas y las nieblas de los mares del sur.

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domingo, 17 de julio de 2022

"The Terror", primera temporada: El mar demoníaco

 

El mar, que tanto en los polos cuanto en los trópicos presenta una belleza tal que promovió inolvidables pinturas y fotografías, no corre igual suerte en la literatura de aventuras. Desde la Odisea, de Homero, no solo suscita monstruos, sino una especie de fascinación oscura que destruye el alma de las personas. En plena emoción cientificista, en la época del imperialismo racionalista de Inglaterra, dos libros narraron horrores del mar, uno antes y otro después de la malhadada expedición de dos buques, The Terror y Erebus, en el Ártico. Edgar Allan Poe publicó en 1838 "Las aventuras de Arthur Gordon Pym", su única novela, que parece una involuntaria odisea moderna: desde la blancura del Polo Norte hasta los fantasmas antárticos, todo se tiñe en este libro de tragedia y horror. En 1850 Herman Melville publica la celebrada "Moby Dick", la persecución insensata de una ballena blanca con el lomo sembrado de arpones, en la que parece encarnar un demonio y que termina arrastrando al fondo del mar un barco entero. En 1845 partieron desde Inglaterra hacia el Ártico The Terror y el Erebus, bajo el mando de sir John Franklin, con el fin de explorar y cartografiar un paso del Atlántico al Pacífico a través de los hielos del norte. Los barcos quedaron atrapados por el hielo cerca de la Isla del Rey Guillermo, en aguas árticas canadienses. El destino de los barcos y de los tripulantes se desconoció hasta hace unos años, pese a que, después de su desaparición, se enviaron trece expediciones con el fin de rescatar a los 129 tripulantes (o a los que quedaran vivos). 

  El gran misterio de la expedición no fue la desaparición de aquellos hombres sino cómo habían muerto. Los inuit (esquimales) aportaron datos sobre hombres blancos moribundos y algunos objetos de los trajes marineros, especialmente botones dorados de los uniformes de los oficiales. En ese siglo se encontraron restos humanos. Y, por fin, restos de los barcos, a 169 años de su partida desde Inglaterra. Los vestigios de la expedición permitieron establecer varias causas de muerte: escorbuto, neumonía, disentería y la intoxicación por el plomo con que sellaban entonces las latas de alimentos. Dan Simmons se basó en esos datos para escribir la novela "The Terror", publicada en 2017, en que a su vez se basa la primera temporada (2018) * de la serie del mismo título, una de las más lóbregas en el género "aventuras" de las que se pueden ver por streaming. Entre sus productores ejecutivos se cuenta Ridley Scott, director de la recordada "Blade Runner", un especialista en climas oscuros. Simmons y la serie agregan a las causas de muerte el acoso de una suerte de demonio caníbal, tal vez creación fantástica de los propios tripulantes -no quedan testimonios de su presencia en aquel escenario, salvo relatos de los marinos, trasmitidos a su vez por los inuit-.

  La dura disciplina y el rústico alojamiento para los marineros de los barcos ingleses contrastan con la vida regular burguesa de los oficiales, que usan vajilla esmaltada y casacas con entorchados y se alojan en camarotes espaciosos, en los que tienen whisky y cristalería. Este contraste es también el de la vida civilizada en tierra con el más inhóspito y salvaje de los paisajes del planeta. A fines del siglo XIX, Joseph Conrad le haría decir al narrador de "El corazón de las tinieblas", Charles Marlow: para el marino el barco es su casa. Lo cual implica que celebraba sus rutinas como si no existiese el humor cambiante del mar. Y mucho menos su oscuridad. Sin embargo, Marlow también contará la historia de un demonio. Otra de las historias en que algo tan simple como el comercio llevó a tragedias descomunales. Como se verá en "The Terror", la enfermedad que contamina incluso a los demonios es la de la propia civilización. 

* La segunda temporada es otra historia, que no tiene que ver con la expedición de sir John.

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domingo, 10 de julio de 2022

"The Umbrella Academy", final: El peligro del eterno anacronismo

 



Los hermanos Hargreeves se han multiplicado y sus caracteres se han intensificado en la tercera y última temporada de The Umbrella Academy.  Ahora son doce -más una agregada-, divididos por precisamente una división o desvío o circunferencia del tiempo, la cual ha creado la academia Sparrow, cuyos justicieros se alojan en la misma antigua y claroscura mansión en que vivían los otros hermanos. Pero la segunda tanda no es una réplica de la primera, estos seis (o siete, si se considera un cubo flotante dotado de poderes) son distintos, ambiciosos (salvo una), correctos, crueles y oscuros, a diferencia de los anárquicos seis hermanos originales, adoptados todos por sir Reginald Hargreeves cuando sus madres los parieron el mismo día a la misma hora, sin haber estado embarazadas hasta unos minutos antes. Este nacimiento fantástico es la petición de principios básica para considerar la serie como un proyecto sin ninguna pretensión de verosimilitud, entendido el término como credibilidad o realismo.

  Los seis hermanos originales, los que más nos interesan, son Luther, tan enorme como ingenuo; Diego, un mestizo con prodigioso dominio de los cuchillos; Allison, una hermosa mujer que hipnotiza mediante el chisme; Klaus, que ve a los muertos y les teme; Five, que puede cambiar rápidamente de posición viajando en el tiempo, y Vanya, la violinista dueña de una fuerza descomunal destructiva, que se convierte en Viktor, después de una crisis de identidad. También los otros están en crisis, especialmente Allison, vengativa y furiosa porque ha perdido su familia en esta trampa del tiempo. El propio sir Reginald es otro, por momentos menos severo. Los seis que que han ocupado sus lugares están guiados por Marcus, un pragmático que pronto desaparece, y cuentan entre sus filas a una manejadora mental de pájaros y un número Dos que puede apelar a poderosos tentáculos ocultos, igual que el desaparecido Ben del primer grupo. Pero de este grupo fraterno nos interesa especialmente Sloane, a la vez la más poderosa y la más amigable; cumplirá un rol fundamental para que la trama no desborde hacia una guerra entre freaks hermanos.

  Expulsados de su mansión, los de la antigua academia Umbrella van a vivir al hotel Obsidian, construido por sir Reginald precisamente sobre un portal del tiempo que le permitió cambiar las cosas, es decir, elegir, en otra línea temporal, otros niños nacidos el mismo día a la misma hora (en total habían nacido 43) para educarlos como justicieros, disconforme con la primera familia que había creado, altamente -diríamos- "disfuncional".

  La decisión de sir Reginald produce un disturbio temporal tal que la realidad va siendo absorbida por un gran agujero negro: paso a paso, todo el mundo va a parar allí, y el último fragmento del mundo es el peñasco sobre el que se levanta el extraño hotel Obsidian, de columnas luminosas y habitaciones oscuras, de estilo antiguo, pero que sugiere un origen digital.

   La cuestión del error de sir Reginald y la destrucción del mundo, o al menos de una línea temporal del mundo, es central, pero más central y oculto es el desarrollo de lo que podríamos llamar "la paradoja del anacronismo simultáneo". Al haber tanta permeabilidad entre líneas temporales, la idea de cosas o situaciones fuera de época (anacrónicas) es imposible: todo es una mezcla de signos y objetos de época, lo cual se refleja en el hotel Obsidian, su arquitectura y su diseño interior. Sir Reginald, un ser ambiguo moralmente -tal vez por ser producto de dos sir Reginald- deberá resolver el dilema valiéndose de las dos tandas de sus hijos adoptivos, antes de que el no-tiempo se chupe lo que queda del mundo.

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