lunes, 1 de marzo de 2021

"Los visitantes": El misterio que vino del mar

 


Una vez le comenté a un cura amigo qué deplorable resultaba -y resulta- la explotación económica de las apariciones de la Vigen. Me respondió: el desafío para el ser humano no es creer en los milagros sino qué hacer con ellos después de que se producen. En otras palabras: es difícil creer en el monstruo de Frankenstein -por ejemplo- pero más complicado es convivir con él. Imagine tener una Quimera en la esquina de su casa.  

  De esto versa la serie noruega "Los visitantes" (2019), una original comedia de ciencia-ficción, de los mismos guionistas -Anne Bjørnstad y Eilif Skodvin- que escribieron la inolvidable comedia sobre mafiosos italianos en Noruega "Lilyhammer" (2012). El problema de los guionistas ha sido seguramente qué hacer no con los milagros de Dios sino con las monstruosidades de los seres humanos. Cómo vivir con ellas. Y decidieron -seguramente- que sin un poco de humor eso era imposible. Para tratar el tema que los ocupa aquí, que es -por analogía- el del gran extrañamiento o migración de millones de seres humanos desde África, Asia y Medio Oriente, se les ocurrió usar el viejo módulo de la ciencia-ficción sobre viajes en el tiempo. Tenemos entonces que así como en la realidad el mundo, y en especial Europa, se llena de árabes, hindúes y negros, en la ficción se llena de vikingos, seres de la Edad de Piedra y caballeros y damas del siglo XIX, entre ellos varios luditas (aquellos que destruían máquinas a vapor en el nacimiento del capitalismo) y románticos, así como entre los vikingos los hay convertidos al cristianismo y paganos. Los que creen en el Dios cristiano no se diferencian, en lo relativo a la violencia, de los que no creen: se odian. En cuanto a los prehistóricos, cazan con piedras y viven semidesnudos en los parques. Claro que muchos se integran a la nueva sociedad y se dedican a los grandes negocios de la época: drogas y prostitución. Hay sin embargo ex jefes vikingos que trabajan en los delivery con una bicicleta

  ¿Cómo sucedió esto? Nadie lo sabe. Un detective de Oslo entrevista una noche a seres que han emergido literalmente del mar, sin saber ellos mismos cómo llegaron allí y, lo peor, sin saber nadar. Una traductora llamada por la policía revela que, distintamente a lo que creían los agentes, esas personas no hablan finés moderno sino una lengua nórdica muy antigua que ni ella entiende bien. A la larga se enteran de que no viajaron por el mar sino a través de más de mil años. Veinte años más tarde, en muchos puntos del mundo han pasado cosas parecidas y las ciudades están llenas de visitantes temporales. Lars Haaland, el policía que asistió a aquella primera aparición en Noruega, se ha hecho aficionado a una droga primitiva que se inocula por los lagrimales, su mujer lo dejó por un romántico del siglo XIX, y lucha por pasar más tiempo con su hija adolescente. Le toca investigar el caso de una prehistórica asesinada y a él se suma la recién incorporada policía vikinga Alfhildr Enginsdottir. El caso tendrá muchas ramificaciones, pero se resolverá, pese a las zancadillas que una policía incorrecta le pone a Alfhildr. Detrás se insinuará algo mayor, pero eso queda para una segunda temporada. En el camino, la crítica sutil a las tonterías del sistema de "inclusión" pasa, entre otras bromas, por mencionar que no se debe llamar "vikingos" a los vikingos sino nórdicos antiguos.

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HBO/Flow


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