jueves, 25 de febrero de 2021

"Mosaic": La insoportable liviandad del mal

 


Si alguien quiere ver el narcisismo de Sharon Stone en todo su esplendor, bajo la tenue máscara del narcicismo intolerable de un personaje que hace sus mohines y otros recursos de toma de atención hasta en la cama, esta es su oportunidad. El personaje detestable que imaginó Steven Soderbergh, finalmente redimido, acapara literalmente los primeros capítulos de "Mosaic" (2018), una serie de seis, pensada en origen como una aplicación para teléfonos móviles que permitía elegir diversos desarrollos, al estilo, precisamente, de "Elige tu propia aventura", esa tonta serie de libros "participativos" de las décadas de los ochenta y noventa. Mayor esnobismo imposible, tanto como el de la escritora Olivia Lake, a quien finge interpretar Stone, su humor neoyorquino de stand-up con el que invade literalmente un escenario en los primeros momentos de la serie, su egolatría "líquida"... Si uno no adivinara lo poco que le cuesta a la diva hacer ese personaje, diría que el repudio moral que ocasiona la escritora millonaria, egoísta, destructora, cazadora de hombres -a los que suele alojar como mascotas- es un logro. Hasta que, claro, Soderbergh, que seguramente confunde éxito con talento, deja ver que el "arte" del personaje central, Olivia Lake, está más allá de sus bajezas. Incluso desliza que debajo de tanto glamour y humor mundano hay "soledad"... No más que la de cualquier persona con muchísimo menos dinero, querido Steven.

  Vamos a ver: de todos modos, Soderbergh y su cámara convulsa o descentrada proponen dos temas, uno trillado y directo; el otro -más complejo y sin solución a la vista- recorre el relato, en sordina. El primero es el que constituye y justifica la trama: los ricos siempre salen bien parados, son los ejecutores de los principales crímenes -lo cual es cierto, pero en extremo simple-, la justicia deja caer la cuchilla de su guillotina sobre los cuellos de inocentes y los policías honestos quedan en ridículo, envueltos en las trampas de los poderosos. En este caso, no solo envueltos sino confundidos por completo, equivocados y causantes de renovadas injusticias, sin saberlo. El otro tema es el del talento, más atendible: la autora de relatos infantiles Olivia Lake ha escrito y dibujado en realidad un solo libro, que le sobrevino en un momento de iluminación, en medio del cual hizo el boceto de la historia en 45 minutos y luego los dibujos de ese cuento en dos semanas. Eso le bastó para ganar toneladas de dinero, vivir en una enorme propiedad con varias dependencias y hermosas vistas en la zona montañosa del estado de Utah, crear un parque-museo propio en los terrenos de su casa, iniciar un obra cultural bajo el nombre de "Mosaico" y pavonearse para lograr siempre el centro de la atención. Pero nada más escribió desde ese éxito extraordinario que, hasta donde puede verse, se basa en tradicionales ositos y otros seres del bosque. Lo que no sabemos es si esa musa que visitó una sola vez a Lake le permitió hacer una obra de talento o un sencillo producto comercial que dio en alguna tecla.

  Ahora bien, muchachos del streaming: dejen de ponerle a estas cosas "drama". Este es un policial: hay un asesinato, una investigación, callejones sin salida, policías, forenses, fiscal, etc que se mueven honesta... o políticamente. Si la muerte define el drama, entonces el género policial no existe.

---

HBO/Flow


No hay comentarios: