viernes, 2 de julio de 2021

"Endeavour": La muerte no debería ser un show



Flow ofrece la quinta y la sexta temporadas -emitidas por Film & Arts- de la serie "Endeavour" (2012-2020), que narra los comienzos del detective Morse, famoso protagonista de la serie estrenada en 1987, sobre la base del personaje creado por el novelista Colin Dexter para los libros que publicó durante 25 años, desde mediados de los 70. Se trata de un detective de la policía, característica esta que lo distingue entre los célebres detectives de la ficción británica, cuyos exponentes principales, Sherlock Holmes (de Conan Doyle), Poirot y Miss Marple (de Agatha Christie), son investigadores civiles, bien o mal relacionados con la policía pero independientes y por lo tanto con todas las virtudes del amateurismo y sin los problemas específicos que enfrentan los detectives policiales. Principalmente el de conservar el puesto y, de manera ocasional, pero no menos importante, el de la corrupción y los vínculos de la policía con el hampa. Estas dos temporadas suman diez episodios. La séptima todavía no llegó.

  Endeavour es el nombre de pila de Morse, quien hace sus primeras armas en la tradicional ciudad de Oxford en los años sesenta. El viejo truco de incluir noticias de radio o televisión reales -el asesinato de Luther King, por ejemplo- no da la única nota de época. El cuidado de ropa, autos, mobiliario y ambientes logra los mejores efectos. Los casos son enredados y superpuestos, como si la sociedad hubiese creado varias capas más de ocultamiento y dificultad para que no aflore el crimen. Los modos en que la verdad se escurre una y otra vez hacia sus cavernas tal vez se imaginen más propios de fines del siglo XIX y los comienzos del siglo XX, cuando aún prevalecía el recato, e incluso la justicia, pero curiosamente se acentúan en la descarada época en que presidentes y líderes sociales son fulminados a plena luz del día. Estamos en Oxford, es verdad: una joya de la vieja Inglaterra. Por eso mismo, impresiona que una venerable pero relativamente pequeña ciudad encubra tanta violencia. La morgue del doctor Max DeBryn da cuenta de ello, y lo muestra de modo discreto pero no menos impresionante. En las calles ya hay un ambiente distinto al de los claustros universitarios: la neo-modernidad (se nos permita la extravagancia lingüística) asoma en el pulso sesentista, cuando el mundo comienza a conocer autos más rápidos, guerras localizadas y también rápida transmisión de las noticias. En resumen, todo se hace más ligero. Incluso la moral y la muerte. También llega la "sociedad del espectáculo": la quinta temporada mostrará el arribo de Hollywood para filmar una película de terror (con ella llegará el terror real) y hay una sesión de fotos en una base militar que termina del modo previsible para un policial.

  Endeavour es aficionado a las palabras cruzadas y a la botella de whisky, no parece tener otros entretenimientos, pero tiene una buena cultura. Su mentor, el inspector Fred Thursday, menos culto, es sin embargo uno de los pocos que todavía usa sombrero borsalino y fuma en pipa. Por el apellido, parece un homenaje a Gilbert Keith Chesterton, autor de "El hombre que fue Jueves" e inventor además de otro detective legendario, el padre Brown, distinto a Thursday, porque es aficionado y usa sotana. En la sexta temporada lo peor del siglo llega a la comisaría del Valle del Támesis: la corrupción y el delito sin alma.

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Film & Arts/Flow


1 comentario:

cristina daniele dijo...

Me gusta esta serie, sobre todo los guiños a las series Morse y su continuación Lewis.